domingo, 12 de septiembre de 2010

Los obsecuentes: ¿nacen ó se hacen?(*)

De un tiempo a esta parte vengo notando algo que me llama la atención y que me hace mucho ruido en mi cabeza. Una y otra vez me he puesto a pensar en esto y trato de encontrarle un sentido, pero la verdad, es que no lo he encontrado. Incluso ha sido tema de charla durante caminatas, mateadas, hasta se lo he comentado a diferentes personas para ver que opinan y, para ver así, si le puedo encontrar un sentido.
Pero no, sigo con la misma incógnita… y ahora he decidido trasladarla a esta red social para que tal vez alguien pueda decirme algo que cierre mi duda: ¿Qué es lo que les da legitimidad a determinadas personas para que tengan una “catarata” de obsecuentes que no se permitan dudar, pensar, analizar y emitir su opinión sobre lo que dicen ó hacen dichas personas?
Cuál es esa característica que tienen unos que hacen que todo, absolutamente todo lo que dicen o hacen, sea inteligente o no, interesante o no, importante o no; produzca en otros un comentario que siempre, pero siempre, es positivo. Nunca se permiten cuestionar, y si alguien osara hacerlo, salen todos los demás a bajarle una línea tan feroz que sólo le queda a quien intento ser crítico retirarse lo mas sutilmente y rogar que el resto se olvide de que alguna vez quiso cruzar a la vereda de enfrente.
¡He aquí la cuestión!
Algunos de quienes me han padecido con este tema se han reído, y en el fondo creo que tienen razón. Porque, después de todo, ¿qué me importa a mi si alguien es obsecuente?
Pero hubo una amiga que me dijo: - ¿no te fijaste en quiénes son los obsecuentes?  Porque por ahí en el entorno tenés la respuesta. Y ahí me dejo pensando…
Tal vez pongo énfasis en encontrar en “el elegido” esa característica de liderazgo que hace que todo un amplio grupo heterogéneo lo enaltezca y le otorgue un lugar de reconocimiento social, y en realidad tenga que ponerme a mirar al resto, a ese resto que desde su diversidad ven en el otro la imagen de su deseo, de lo que les falta, la completud de su propia imagen.
Y ahora si, cambio mi mirada, es en realidad a los otros a los que tengo que observar para encontrar la respuesta. Me abocaré a esta tarea y  prometo comentarles si descubro algo…
Mientras tanto les pido a quienes deseen solidarizarse con mi inquietud que dejen su opinión, a lo mejor entre varios podemos entender por qué en este sociedad hay tantos obsecuentes sueltos…

*Esta nota fue realizada el 01/09/2009, pero merecía ser publicada en este blog ya que también nació en una instancia reflexiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario